Lectores :)

lunes, 16 de julio de 2012

CAPÍTULO 3 ^^

(Narra Zayn)

Me desperté con un dolor de cabeza impresionante, ojeras y la voz rasgada. A mi lado había una chica rubia, con el pelo corto, de la cual no me acordaba muy bien del nombre. Intenté recordar la noche anterior, pero fue en vano. Me dirigí a la cocina a por un vaso de agua y algo de comer. Miré el reloj de la pared, las 16:00. “Mierda” pensé. Tenia que haber estado en la tienda hace media hora. Mi jefe me iba a matar. Sin darle mucha importancia fui a darme una ducha, realmente la necesitaba. Al salir la chica rubia ya no estaba. En la mesilla había una nota:
“Ayer me lo pasé genial, tenía mucha prisa, siento no haberme despedido. XX Jennifer”
No me importó en absoluto que se hubiera ido, es mas, era lo que quería. Empecé a recordar la noche anterior.
FLASHBACK
Había invitado a Louis a una discoteca para que se divirtiera un poco. Al llegar nos sentamos en unos sofás que había en el fondo. Cuando fui a por unas bebidas vi a Jennifer. Estaba bailando con una amiga, la cogí del brazo y empecé a bailar. Ella me siguió el rollo. Me acerque a sus labios lentamente hasta que nos besamos. Paró un momento para acercarse a mi oído.
-¿Vamos a tu casa?
Sin responderle la agarré del brazo y me la lleve fuera, y de ahí a mi casa.
FIN DEL FLASHBACK
Me froté los ojos. ¿Se habría enfadado Louis por dejarle solo en la discoteca? Seguramente. A pesar de mi falta de tiempo, decidí llamarlo.
-¿Diga?
-¿Louis?
-Que quieres.- su voz no era de enfado, mas bien de cansancio.
-Tío, siento haberte dejado ayer solo, pero me surgió un compromiso...
-Vamos, una tía buena ¿no?- me cortó.
-Jajaja si,pero muy buena, bueno¿me perdonas?
-Claro que si tío, sinceramente iba tan pedo que no me acuerdo de nada.
-Bueno, me voy que llego tarde a trabajar.- le colgué
Me vestí rápidamente y me fui caminando a la tienda, que no estaba muy lejos de mi casa. Al poco rato vi a una chica, ¡y menuda chica! Estaba bailando mientras sacaba cosas de un camión. Movía el culo de una manera alucinante, como no lo había visto hacer a ninguna otra chica.
-¡Eh preciosa, necesitas ayuda!- le grité, pero no obtuve respuesta alguna. Volví a gritarle, esta vez mas fuerte, pero nada, seguía bailando de esa manera que me dejaba embobado. ¿Me estaba ignorando? ¿A mi? Eso era imposible. Me acerqué mas, estábamos a unos 5 metros de distancia. Se lo volví a repetir, y nada. Al menos pude comprobar la razón de que me ignorase. Llevaba puestos los cascos. Me acerqué con cuidado para que no me viera, le quité delicadamente un casco.
-¿Necesitas ayuda preciosa?- dije en un susurro.
Se giró de inmediato a la vez que soltó un pequeño grito. Su cara era de asombro, miedo y un poco de asco.
-¿Pero a ti que te pasa? Menudo susto me has dado...- dijo con la respiración alterada.
-Solo quería ser amable.- dije acercándome a ella.
-No, no necesito ayuda.- dijo fulminándome con la mirada
-Pero esas cajas parecen muy pesadas...
-Tu si que eres pesado, te he dicho que no necesito ayuda.
Me acerqué todavía mas y la intenté besar, pero antes de que nuestros labios se rozaran me dio una bofetada en toda la cara.
-Eh... tranquila gatita, no hay porqué sacar las garras.- le dije burlón.
-Imbécil.- dijo con cara de asco.
Se giró y continuó sacando cajas. Se volvió a poner los cascos, pero yo se los volví a quitar. Se los puso de nuevo, y se los quité.
-¡¿Me quieres dejar en paz?!
-Tranquila, ya me voy, pero como se que echarás de menos, toma mi número.- le dije guiñándole un ojo. Lo tiró al suelo. Lo recogí y se lo metí al bolsillo. Le dí una palmada en el culo y me fui a trabajar sin darle oportunidad de que me gritara. Ya llegaba una hora tarde.

(Narra Helena)

Terminé de subir la última caja a mi habitación. Estaba exhausta, así que bajé al salón con las chicas, que seguían viendo la tele.
-¿Que es eso que llevas en ahí?- dijo Alice cogiendo un papel que asomaba por mi bolsillo.
Me di cuenta de que era el número de ese imbécil e intenté impedir que lo vieran, pero me fue imposible.
-¿Esto es un número de teléfono, pillina?- me dijo Sophie.
-¿Algo que quieras contarnos?- dijo Alice.
-Nada, un gilipollas.- respondí.
-Si si, ¿cuando lo has conocido?- continuó Alice.
-Se me ha acercado cuando estaba sacando cajas del camión.
-¿Como es?
-No me he fijado.- Mentí. La verdad es que si me había fijado, y mucho. Era guapísimo, con un cuerpazo para caerte muerta para atrás. Sus ojos marrones te dejaban hipnotizada, pero por muy bueno que estuviera, era un idiota.
-¿Y que te ha dicho?- dijo ahora Sophie.
-Nada, era un creidillo de esos.
-¿Como se llama?
Es verdad, ¿como se llamaba? Ni si quiera me lo había dicho.
-No lo se...
Las dos se me quedaron mirando extrañadas. Estuvimos hablando un buen rato, y cuando nos dimos cuenta ya eran las 23:00, así que nos fuimos a la cama, había sido un día agotador.




2 comentarios: