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martes, 10 de julio de 2012

CAPITULO 1 ^^

El maldito móvil me sacó de mis sueños, me incliné hacia delante de mala gana y me dispuse a apagar la alarma, pero resultó ser mi madre, que me estaba llamando.
-¿Mama?- Dije con la voz apagada.
-Hija, ven a casa, no tardes.- Me dijo ella como podía, se notaba que había estado llorando. Después de acabar la frase me colgó de inmediato.
-¿Mama?¿Que ha pasado?- dije, aún sabiendo que no podía oírme.
Me levanté de la cama lo mas rápido que pude, me vestí con lo primero que encontré en el armario, arranqué el coche directa a la casa de mis padres, que quedaba a mas o menos 10 min de la mía. Con las prisas ni siquiera había mirado la hora que era, las 8:30. Al llegar al pequeño apartamento de mis padres, aparqué el coche en el parking reservado para las personar residentes del edificio y subí. Mi madre me debió de ver por la ventana o por la mirilla porque antes de que pudiera llamar al timbre, abrió la puerta y me abrazó.
-¿Que a pasado?- Dije nerviosa.
-Ven, pasa.- Me dijo todo lo tranquila que pudo.
Pasé al pequeño saloncito y me senté en el sofá. Mi madre vino enseguida acompañada de mi padre, que me abrazó fuerte, y con una bandeja con tres cafés y unas pastas.
-¿Me lo vais a contar ya?- Dije impaciente.
Mi madre abrió la boca con la intención de decir algo, pero al ver que no le salían las palabras, le hizo un gesto a mi padre para que lo dijera el.
-Como ya sabes, tu tío Ignacio tenía cáncer de pulmón desde hace unos meses, - al oír esas primeras palabras me cayeron unas lagrimas por la mejilla, sabía lo que iba a decir- ayer por la noche, en el hospital, hubo una complicación, falleció.
Intenté contener las lagrimas, pero no pude, me tape la cara con las manos y empecé a llorar, acompañada de mi madre.
-Pero... los médicos dijeron que estaba estable, que el cáncer no estaba muy extendido y que aún tenía como 2 meses de vida.- Logré decir.
-Al parecer no lo vieron bien. En la autopsia verificaron que había mucho mas tumor del que se veía en las pruebas.
Volví a llorar de nuevo, levanté la cabeza y miré a mi madre, la cual estaba llorando aún mas que yo, me levanté y le di un gran abrazo.
Tras aproximadamente media hora de llanto, cogí uno e los cafés de la bandeja y le di un pequeño sorbo.
-He llamado a tu hermano, llegara aquí después de comer.- dijo mi madre cogiendo otro de los cafés, y dándole un bocado a una pasta.
-¿Se lo has contado ya?
Mi madre asintió con la cabeza, mostrándome una pequeña sonrisa falsa.
-¿Te quedaras a comer?- continuó mi madre.
-Si, claro, estaré contigo el máximo tiempo posible.- dije mirándola a los ojos.
Cuando me terminé en café, me dirigí a la habitación de mis padres, y como suponía, estaba muy desordenada. La limpié de arriba a abajo, y continué por el baño, la cocina, el salón, y la terraza.
Al terminar, me puse un poco a ver la tele para matar el tiempo antes de la comida, pero no pasaron ni 2 min antes de que mi madre me llamara para comer.
Después de la comida lavé los platos y me senté en el sofá al lado de mis padres. Saqué mi móvil del bolsillo y me metí a twitter para responder las menciones.
Llamaron a la puerta y mi padre se levantó a abrir.
-¡Peter!- dijo mi madre levantándose para abrazarle.
Después le abrazó mi padre, y por último se dirigió a mi. Me dio dos besos en la mejilla sin ningun entusiasmo.
-Peter- le dije.
-Helena- me respondió el en el mismo tono.
Puse los ojos en blanco y giré la cara.
Mi hermano y yo nunca nos habíamos entendido, eramos como niños pequeños, siempre discutiendo, y llegó un punto en el que nos dejamos de hablar. Me limitaba a ignorarle, como hacía el.
Mientras mi padre le contaba con mas detalle todo sobre la muerte del tío Ignacio, intenté hacer oídos sordos a todo, mas que nada para no volver a llorar otra vez, pero no pude evitar que se me saltaran un poco las lágrimas, al igual que a mi madre.
-Hay otra razón por la que os hemos hecho venir.-dijo mi madre.- El tito Ignacio no tenía mas familia que nosotros, y al ser su hermana me a tocado gran parte de la herencia, en definitiva casi todo su dinero, pero a vosotros os ha dejado algo también.
La expresión el la cara de Peter cambió, casi hasta sonrió, parecía que se alegrase de la muerte del tito.
Mi madre sacó una carta del bolsillo y la empezó a leer en voz alta. Básicamente decía que no le quedaba mucho, que nos quería, y a continuación pasó a leer el reparto.
-”A Peter, mi queridísimo sobrino, quiero decirle: Peter, nunca te rindas, lucha por tus sueños, pero se que tu sueño es caro, ser un artista al principio lo es, así que para darte un empujón te dejo unos 20.000 euros, ¡pero no te lo gastes todo de golpe! Por ahora tu madre te los guardara.”- se secó las lagrimas con un pañuelo y continuó. - “A mi pequeña Helena, lo mas parecido que he tenido a una hija, se que eres mas responsable que tu hermano a pesar de ser 2 años menor, por eso te dejo mi casa en Londres. Se que la disfrutarás tanto como yo quise disfrutarla, pero no puedes vivir en Londres sin un trabajo, así que te dejo al cargo de mi tienda de música, ¡cuídala bien! tengo muy buenos recuerdos en ella.- volvió a cerrar la carta y la metió en su bolsillo.
Mi madre lloraba, mi padre lloraba, mi hermano, el estúpido de el, estaba hasta contento por la herencia, aunque también lloraba, pero a mi se me secaron las lagrimas... ¡¿UNA CASA EN LONDRES?! Joder con mi tío, siempre nos escondía su riqueza, ¡pero no tenia ni idea que tenia tanta! Y ademas dueña de una tienda... ¡en Londres también! Eran demasiadas cosas para asimilar en un solo día...
Al anochecer, me despedí de mis padres y me fui a casa a descansar, había sido un día muy largo.

(Al día siguiente)

Me di una ducha rápida y me vestí. Me puse esto Clic aqui, lo mas apropiado para un entierro.
Salí a la calle y me monte en el coche de mi hermano.
-Vas muy guapo.- le dije sonriente. A decir verdad, mi hermano era muy guapo, tenia los ojos verdes y el pelo negro con una cresta corta que, al final, se le rizaba. La gente decía que nos parecíamos mucho, pero yo siempre le había considerado mas guapo que yo.
-Y tu.- dijo sin separar la mirada de la carretera.
Al llegar, todo estaba lleno de gente. Para mi sorpresa, mis dos mejores amigas estaban ahí. Vinieron corriendo hacia mi y me dieron un fuerte abrazo.
-Lo siento mucho Helena, de verdad.- dijo Sophie.
-Si nos hubieras llamado anoche, te habríamos ido a hacer compañía.- dijo esta vez Alice, se les veía bastante apenadas a las dos. Les dí un fuerte abrazo.
Al acabar el entierro, Sophie y Alice vinieron a casa conmigo. Yo quería pedir un taxi, pero Alice se le ocurrió otro medio de transporte.
-Peter ¿podrias llevarnos a casa?- dijo mirandole con ojos tiernos y tocandose el pelo. A Alice le volvia loca mi hermano, siempre decía “tiene un polvazo...” y a mi no me gustaba nada que tonteara con el, pero no podía evitarlo.
-Claro, subid al coche.- dijo el, sin hacer caso a las insinuaciones de Alice.
En 5 minutos estábamos en mi casa. Nos sentamos en la cama de mi cuarto.
-Chicas... tengo que comentaros algo.- dije algo nerviosa.
-Si le vas a decir a Alice que no tiene oportunidades con Peter, ni lo intentes, es imposible convencerla.- rió Sophie. Alice le fulmino con la mirada.
-No... es algo serio.
Al ver mi expresión, Alice y Sophie me miraron atentas.
-Se trata sobre la herencia de mi tío Ignacio. Es una casa grande, demasiado para estar yo sola.

Gracias a todos por leer! No olvideis poner vuestra opinión en los comentarios y si quereis que os avise solo teneis que decirlo! Creo que aún tendreis que aguantar uno o dos capítulos mas de estos aburridillos, pero intentaré que sean lo mas divertidos posible. Lo último, la idea de poner la ropa el un enlace se la copié a twomorewishes.blogspot.com (os pongo el blog porque no me se su twitter) Es una novela prefecctisima. Un beso!



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