Lectores :)

domingo, 21 de julio de 2013

CAPÍTULO 15.

Narra Helena.

Zayn me había conducido hasta una pequeña habitación, con una cama de matrimonio en el centro, un armario ropero en una de las paredes, un escritorio, y un balcón que daba a la calle.
-No estaré mucho. No quiero molestarte.- le había dicho cuando entré en la habitación.- Mañana me tienes fuera.
-No te preocupes,- me había respondido.- no molestas.- Y tras una sonrisa estilo Zayn, se había marchado, cerrando la puerta tras de si.
De mi pequeña mochila saqué el conjunto que pensaba ponerme al día siguiente y mi bolsa de aseo, con el cepillo de dientes, el del pelo y poco más.
Salí de la habitación, dispuesta a cotillear un poco el pequeño apartamento, que básicamente consistía en: saloncito, cocina, cuarto de baño y una habitación cerrada (que supuse que sería la de Zayn). Cuando acabé mi reconocimiento de apartamento, me paré a mirar unos cuadros sencillos que adornaban el estrecho pasillo de las habitaciones y el baño, y de la nada, una voz sonó a mi espalda, alarmantemente cerca de mi oído.
-¿Invadiendo un poco mi intimidad, cariño?- era Zayn.
Una exclamación ahogada se escapó de mi boca.
-Idiota, me has asustado.
Zayn se había acercado sigilosamente, y sin camiseta, de forma que no lo había escuchado a mi espalda, y me había susurrado al oído, como hizo cuando nos conocimos.
Aún cerca de mi oído, con los labios prácticamente pegados a este, con sus manos apoyadas en mis caderas impidiendo que me moviera y con su pecho unido a mi espalda, soltó una suave risita que hizo que me estremeciera.
-Es divertido asustarte. Algún día de estos te grabaré para que veas tu cara y nos podamos reír los dos.
-Algún día de estos me dará un ataque por culpa de tus bromitas y no te parecerá tan divertido.
Mi voz no sonó tan firme y segura como me hubiera gustado, si no que hablé casi en un susurro y con la voz temblorosa.
Mi comentario solo provocó otra risita suave, que parecía provenir de su garganta en vez de de sus labios.
Helena, sabes lo que Zayn está intentado hacer. Contraataca. Tu puedes.
Con cierta inseguridad, posé mis manos sobre las suyas. Eras grandes y suaves, con los dedos largos y finos, terminados en unas uñas perfectamente cortadas en arco. Comparadas, las mías aparentaban ser 5 veces más pequeñas de lo que en realidad eran.
Acaricié el dorso de sus manos con las yemas de mis dedos, bajo la atenta mirada de Zayn, que poco a poco fue dejando mi oído para centrarse en mi cuello, rozándolo de vez en cuando con sus labios. Con cierta delicadeza, fui guiando sus manos con las mías fuera de mis caderas, para dejarlas a ambos lados de su costado. Con un movimiento rápido, me giré para quedar cara a cara con el, y encontrarme con su sonrisa ladeada y sus perfectos ojos rodeados por espesas pestañas negras mirándome atentamente. Dejé sus manos libres, y conducí las mías hasta la parte alta de su pecho, donde estaban posados mis ojos. Sin mucha prisa, elevé mis ojos hasta que conectaron con los suyos.
-No me apetece nada aguantar tus jueguecitos, Malik.
Y disfrutando de la cara que se le había quedado a Zayn al escuchar mi respuesta y de mi victoria, me giré y empecé a caminar a la cocina moviendo las caderas todo lo que podía.
Toma esa Malik. ¿Quieres jugar? Bien, jugaremos, pero a mi manera.

Narra Zayn

Después de dejar a Helena en su habitación temporal, entré en la mía. Cogí el pijama y me dirigí a la ducha. Al salir, vi a Hel mirando sin mucho interés los cuadros de la pared. Me acerqué sigilosamente para que no me viera y le susurré con los labios pegados a su oído:
-¿Invadiendo un poco mi intimidad, cariño?
Toda ella se tensó. Tuve que reprimir una carcajada, que se quedó en risa. Apoyé mis manos en sus caderas y pegué más mi cuerpo al suyo.
-Idiota, me has asustado.
Me acerqué más a ella con intención de ponerla nerviosa.
No sabía muy bien el motivo, pero quería conseguir poner nerviosa a Helena, como había hecho en el parque. Quería que se quedara paralizada, inmóvil, y que fuera yo el causante. No os puedo explicar el motivo, porque ni yo mismo lo sé.
Tu empezaste este juego, Helena.
Iba solo vestido con unos pantalones largos grises que hacían de pijama, y Helena lo había notado. Sentía los músculos de su espalda tensándose cada vez que mi pecho desnudo rozaba la tela de su camiseta. Con un ligero movimiento, me pegué a ella. Su cuerpo cubierto por la fina tela de su camiseta de manga corta estaba en total contacto con el mío parcialmente desnudo. Dejó de respirar. Por el momento, la tenía donde quería. Inmóvil en mis brazos, sin saber que hacer o qué decir.
-Es divertido asustarte. Algún día de estos te grabaré para que veas tu cara y nos podamos reír los dos.- mis manos se movieron sutilmente por sus caderas, recorriéndolas.
Ya eres mía, Helenita.
-Algún día de estos me dará un ataque por culpa de tus bromitas y no te parecerá tan divertido.
Ya te tengo.
Pero no. Después de un breve espacio de tiempo, soltó la bocanada de aire que había estado reteniendo y agarró mis manos con las suyas, para separarlas de sus caderas con firmeza. Cuando mis manos estuvieron quietas, Hel se giró, haciendo que su pelo cosquilleara en mi pecho. Sus grandes ojos azules me miraron serios, para luego mirar a mi pecho. Sus pequeñas manos ascendieron desde sus costados, pasando por mi abdomen hasta detenerse en la parte alta de mi pecho. Un escalofrío me recorrió la columna, y me vi obligado a cerrar los ojos. Mi respiración era irregular, y el rápido sube y baja de mi pecho me delataba. Intenté volver a tomar las riendas de la situación, pero parecía una tarea demasiado difícil de realizar en esos momentos. Tampoco ayudaba mucho que Helena se dedicara a hacer pequeños círculos en mi pecho, enviando pequeños escalofríos por mi espalda. Mi respiración se agitaba más y más, y mi pulso ya iba a mil cuando Hel habló, con la voz pausada, clara y tranquila, y sin el menor signo de que hace pocos segundos estuviera deshaciéndose en mis brazos.
-No me apetece nada aguantar tus jueguecitos, Malik.
Y se marchó, con su contoneo de caderas que volvería loco a cualquiera, en dirección a la cocina, dejándome solo, confundido, nervioso, agitado y derrotado.

Helena: 2 Zayn: 1


Narra Sophie.

Harry me había dicho que le esperara abajo, así que eso hice. Me despedí de Peter y Alice y bajé las escaleras hasta el portal en un suspiro.
Al poco tiempo de estar esperando, Harry apareció ante mis narices en todo-terreno.
-¿Necesita que la lleve a algún lado, señorita?.- me dijo Harry, con la cabeza sacada por la ventanilla.
Iba imposiblemente guapo. Con una camiseta de manga corta blanca sencilla, pero que a el le quedaba espectacular, unos pantalones pitillo negros y gafas de sol encima de esos preciosos ojos verdes.
Está tremendo.
Con una sonrisa me acerqué a la ventanilla del piloto.
-La verdad es que estaba esperando a que vinieran a recogerme. Un chico. Alto, ojos verdes, pelo rizado... bastante feo si te soy sincera.
Era increíble la confianza que transmitía este chico. Yo, la chica más tímida de este mundo y posiblemente del universo, me sentía cómoda al lado de el, aunque le acababa de conocer. Bueno, la mayoría de las veces me sentía a gusto. En un día no se evapora lo que lleva años formándose.
Hizo como si estuviera ofendido. Se quitó las gafas y me miró directamente, serio e intimidatorio.
-¿A que me doy la vuelta?.
-Bah, tu sabes que estaba de broma,- dije, para luego inclinarme y posar un beso sobre la mejilla de Harry.- eres de estatura media, y tu pelo no es del todo rizado. Ondulado, diría yo.
Emitió una especie de grito, así como de indignación, puso una mueca, y finalmente, sonrió.
-¿Ondulado? ¿ESTO te parece ondulado?.- se pasó las manos por el pelo de forma algo teatral, como si se lo estuviera lavando, y cuando las apartó sus rizos cayeron desordenados por su frente. Inclinando la cabeza hacia adelante y sacudiéndolos con la mano, los volvió a colocar en su sitio.
Repite eso. Repitelo. Repitelo. Repitelo. Repitelo.
No me di cuenta de que me había pasado un buen rato mirando embobada a Harry hasta que este habló.
-Anda, sube al coche. Y cierra la boca, no queremos que te entren moscas.- dijo, claramente disfrutando de la situación.
Mi cara enrojeció, y con la cabeza escondida en mi cuello rodeé el coche y me deslicé dentro del asiento del copiloto.
Harry puso el coche en marcha.
-¿A donde quieres ir?- me preguntó sin despegar la mirada de la carretera, con las gafas colgando del escote de su camiseta y aún con la voz divertida. Estaba lloviendo.
-No sé. Donde tu quieras.- respondí tímida.
Harry me dedicó una sonrisa ladeada y volvió a centrarse en conducir.
Después de un rato de coche, Harry aparcó en frente de unos edificios altos y modernos.
-¿Qué es esto?.- pregunté confundida.
-Mi casa.- dijo el mientras salía del coche.
Rodeó el coche por delante y abrió mi puerta, para luego tenderme la mano para ayudarme a salir.
-Harry, soy bajita, pero puedo saltar 5 centímetros sin hacerme daño.
El aludido levantó las manos de forma defensiva y dio un paso atrás.
-Está claro que contigo uno no puede ser educado ni caballeroso.
Con los dos pies ya fuera del todo-terreno negro de Harry, dirigí la mirada hacia el. Abrí la boca, pero al instante la volví a cerrar, insegura de mi respuesta.
-¿Entramos?.- pregunté apresuradamente, temiéndome que Harry me tomara por una idiota nerviosa.
Una nueva sonrisa burlona tiró de sus labios.
¡ESTÁ DISFRUTANDO DE ESTO! ¡DE MI VERGÜENZA!
-Claro, ven.- me agarró de la mano y me llevó dentro del edificio.

Narra Alice.

Tengo que llamar a la RAE para que añadan en el vocablo español la palabra quE DESCRIBA COMO DE FELIZ ME SIENTO EN ESTOS MOMENTOS.
Mi nuevo y perfecto novio acababa de salir por la puerta, y mi alegría había estallado como un petardo chino. Saltaba por los sofás, corría por el pasillo, tocaba la batería con las ollas de la cocina, me subía a las mesas a dar conciertos a las sillas, floreros y acompañantes con una cuchara sopera como micrófono, me rebozaba en la cama de mi habitación, le gritaba a mi reflejo en el espejo del baño e incluso quise meterme en la lavadora a dar vueltas con los calcetines.
Tantos años de lucha por fin habían dado resultado. Era mío. Mío. Mío. Mío.
Oh, que bien suena. Mío. Mío. Mío. Mío. Mío. Mmmmm, me encanta.
Ni siquiera la huida de Helena podía alterar mi humor. Si ella no puede (ni quiere) ver lo feliz que me hace Peter, es su problema, no el mío. Si, era mi amiga y todo eso, pero tener a Peter como novio, era tener a Peter como novio. Para que os hagáis una idea, es como si vuestros ídolos salieran de los posters y os morrearan en el salón. OS IBA A DAR IGUAL SI VUESTRA AMIGA SE ENFURRUÑABA. Además, ¿acaso decido yo de quien me enamoro? No, ¿verdad? Pues ya está. No me iba a disculpar por eso.
Helena, siento mucho que mi amor incondicional hacia tu hermano haya interferido en tus planes para ignorarle el resto de tu vida.
Pero en ese momento, sola en el apartamento, lo veía todo con más claridad, y hasta podía comprender a Helena un poquito. Solo un poco. Pero su reacción había sido terriblemente desmesurada.
¿Te enfadas y te vas? Venga ya, Hel.
Un relámpago, seguido de un trueno ensordecedor, sacudió el cielo de Londres. Se me pasó por la cabeza llamar a Helena, solo para comprobar que estaba bien, que no estaba en la calle con la que estaba cayendo, pero si Sophie había dicho que estaba bien acompañada, no tendría por qué preocuparme. Seguramente estaba de party with Alan.
No podía comprender su relación con Peter, más que nada porque nunca nos había contado ni a Sophie ni a mi el motivo por el que se dejaron de hablar hace años. Por lo que yo sabía, habían estado muy unidos. Peter la invitaba a salir con el y sus amigos, e incluso el se quedaba alguna que otra noche viendo películas con nosotras hasta las tantas de la madrugada.
Pero un día de repente, PLUF. “Te odio, Peter”.
Igual algún día me atrevía a preguntarle lo sucedido a alguno de los dos, pero por el momento, me decidí por averiguar como Ted Mosby conoció a la madre de sus hijos, en otras palabras, me iba a tumbar en el sofá a ver Cómo conocí a vuestra madre.
No pensaba preocuparme. Porque Helena iba a volver pronto, seguro.
Volverá... lo sé. Pronto.



Dos cositas:
1.- Siento no haber subido el domingo pasado. He estado de vacaciones.
2.-Intentaré subir el Cap 16 algún día de la semana. También subiré el domingo.
Espero que os guste este capítulo. Comentadme porfis. Un beso muy gordo.

2 comentarios:

  1. Uuuuuuuuuuuuh momentazo Hayn kjhfsavdbhjgfsvdhg<afhgvgrhvfgyhtsyhrvahjgtwerfrjehbgtyeshrght *-*
    Y luego Harry con Sohpie, me encantan los dos *-*

    ¡SIGUIENTE!

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